viernes, 5 de noviembre de 2010

Reina de las hierbas.


Por Lucía Sanz Araujo 

La Habana, Cuba. - Oriunda de la India donde se le llama tulasi- es venerada como una planta sagrada y se le con vincula los dioses Visnú y Krisna. En la actualidad, aunque Usted no lo crea, existen zonas en ese gran país asiático donde las mujeres no están autorizadas a usarla.

Nos referimos a la albahaca ¨Ocimun basilicum¨ conocida como la reina de las hierbas. Pertenece a la familia de las labiadas y alcanza una altura máxima de 50 centímetros. Sus hojas, de agradable y peculiar olor, son de color verde brillante.

Como la mayoría de los productos culinarios, viajó como acompañante de guerras de colonización. Se dice que fue Alejandro Magno quien la llevó a Occidente en el año 327 antes de nuestra era, tras cruzar el río Indo y entablar duras batallas.

Cuenta una leyenda que en la antigua Grecia solo los reyes estaban autorizados a cosecharla, siempre con una hoz de oro, y en algunas comunidades del Mar Mediterráneo se consideraba un verdadero pecado malgastar una sola de sus hojas.

Durante la Edad Media fue empleada con fines terapéuticos, sobre todo para aliviar los dolores de cabeza motivados por los nervios y la ansiedad, la migraña y la gota.

La infusión de las hojas frescas de la albahaca tiene probados efectos sedantes.
Asimismo es un buen digestivo, estimula el apetito y mejora a quienes padecen de estreñimiento. También resulta muy recomendable para aliviar los dolores menstruales y los accesos de calor propios de la menopausia.

Un remedio excelente, del cual esta cronista da fe, está vinculado a mejorar los resfriados, usuales en las meses de lluvia. Basta con sumergir unos 10 gramos de hojas frescas de esta planta en medio litro de vino blanco, bien caliente, y tomarlo – eso sí en pequeñas cantidades- durante varios días.

En la gastronomía, resulta muy indicada para incorporarla a ensaladas, salsas de carne, asados, aves y especialmente para añadirlas a las verduras hervidas o al vapor, así como para usarla en las pizzas. A propósito, uno de los platos emblemáticos de la cocina italiana es el pesto, salsa confeccionada a partir de las hojas de albahaca junto con piñones, ajo, perejil, aceite de oliva y queso parmesano.

Dos curiosidades: la denominación española, a la llamada también hierba del corazón, es una inversión lingüística del árabe ¨al habaqa¨, que sugiere que llegó por la ruta del Sur y no con los centuriones romanos. En la mayoría de las naciones europeas se le denomina con el término latino basilicum, referido al basilisco, dragón que exhala fuego; lo cual sugiere que puede haberse usado como un hechizo contra ese monstruo y para protegerse de las guerras.

Y ya que hablamos de batallas, en nuestros días muchos recurren también a la albahaca para combatir los insectos: un tiesto de la olorosa planta mantiene alejadas a las moscas y otros insectos. ¿Lo duda? Haga la prueba y se convencerá.

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