Policìa revela que quien dio muerte al prestamista fue el Ingeniero Leandro Sepúlveda Garcia.

SAN PEDRO DE MACORIS. En rueda de prensa la policía de san pedro de macoris informò que la muerte del prestamista Benjamín Franklin Jiménez, de 29 años, cuyo cadáver fue encontrado con un disparo en la cabeza y quemado en el batey Monte Coca, su matador es el ingeniero Leandro Sepúlveda Garcia, ambos tenian amores con dos hermanas.

El ingeniero Leonardo Sepúlveda Garcìa, de 28 años, residente en el Residencial Naime de esta ciudad, Asi lo informó el relacionista público de la P olicia, coronel Juan Castillo.

Explicò que el homicida habìa comprado una pasola, en la que un hermano del occiso le habìa servido de garante y no la habìa pagado,siendo incautada por la empresay el le dijo a la noviaque se la habian robado, la novia se entero de la realidad y el ing. acuso a Benjamin Franklin, lo que provocó una ruptura de las relaciones de amistas entre ambos.

El ingeniero Leonardo Sepúlveda Garcìa acusò a Benjamín de haberle dado la información a su novia, lo que provocò que el matador llamara a su vìctima al residencial Naime donde èsta y abordò el minibús Nissan placa I-045960, donde lo encañonò y le realizò los disparos con la pistola carandai calibre 9 milìmetros propiedad de un tìo del ingeniero, la que habìa buscado en su residencia.

Posteriormente trasladò el cadáver hasta el batey Monte Coca, donde lo dejò abandonado y quemado y condujo el mencionado minibús hasta el barrio La Habana de Consuelo, donde lo dejò abandonado con as puertas abiertas.

Al mismo se le ocupó además la pistola del occiso, una Prieto Bereta, calibre 380.

En la mañana de este miércoles el cadáver del prestamista Benjamín Franklin Jiménez Mota fue sepultado en la Necrópolis San Pedro de la carretera Santa Fe en medio de un gran desfile de guaguas del Transporte Urbano.

En las guaguas fueron colocados cartelones pidiendo justicia con diferentes textos.

El sepelio partió desde el barrio Villa Progreso recorriendo la Carretera Mella para luego llegar a la avenida Independencia, pasar frente a la Dirección Regional Sureste de la Policía, para luego tomar la avenida Mauricio Baez y llegar al cementerio ubicado en la carretera Santa Fe.

Cientos de personas tanto a pie como en motocicletas y en vehículos, vociferaban reclamando justicia por lo que calificaron como un vil asesinato.