Un Artículo de Bernis López
Soy, he sido y seré un avezado consuetudinario en contra de las cargas impositivas, por eso, adverso de manera radical la política fiscalísta que ha llevado a cabo el presidente Leonel Fernández y el PLD de Danilo Medina, en contra de la población dominicana. Pero no debemos obviar aquella vieja frase acuñada por los antiguos egipcios que establece que: ”la razón se antepone a la fe”.
Digo esto, porque en la reforma fiscal sometida al congreso por el presidente Fernández y el PLD de Danilo Medina, hay planteamientos insensatos que trascienden los límites de lo razonable y alcanzan un alto grado de lo irracional. Ahora bien, ante el pertinaz e incisivo acoso del FMI, a fin de que se incrementen las recaudaciones fiscales para honrar los compromisos estatales y alcanzar un nuevo acuerdo con esa institución de trascendencia mundial, hay que buscar alternativas que no lesionen ni a la clase más necesitada ni a los sectores más flexibles del sistema.
Por vía de consecuencia, entendemos que las indolentes autoridades, deben tratar de que esos recursos que sugiere el FMI sean logrados de otras fuentes menos lesivas para la población, en tal sentido y para tratar de contribuir a la solución de la situación, nos permitimos sugerir las siguientes fuentes:
1- Que las viviendas y solares suntuosos que pagan el 1% de IVSS sobre los 5 millones de su costo, paguen el IVSS en la siguiente escala: Un 1% sobre los 5 millones hasta los 10 millones de su costo y a partir de los diez millones paguen el 2% anual de IVSS.
2-Como la Revista de los vehículos se paga una sola vez al año, que se incremente de RD$ 45.00 a RD$ 700.00, y que sea pagado en los tres primeros meses de cada año y quien no la saque en el plazo establecido, deberá pagar recargo e intereses mensuales de la manera siguiente 10% de recargo para el primer mes y en los siguientes meses el 4% y el 1.73 mensual por cada mes dejado de pagar.
3- Que el valor fijo de RD$ 20.00 a las trasferencias de inmuebles sea llevado a 1,000.00 y que ese mismo impuesto se le cargue a las transferencias de vehículos de motor.
Si observamos estas fuentes, podemos ver que no van en detrimento de la clase más desposeída y aunque no son justas, porque ninguna carga impositiva es justa, son las menos lesivas para la población y las que menos tienden a encarecer el costo de la vida. Si cuantificamos la aplicación de estos ajustes fiscales, es posible que surtan el efecto demandado por el FMI, al menos que no se quiera terminar de ahogar a la población en el ancho y ominoso mar impositivo.
Con mis sugerencias le pido mis disculpas a la población dominicana porque se que más bien, lo que se necesita es, un respiro que traiga aliento a la economía doméstica nacional. Pero ante la presión impuesta por el FMI, como buen dominicano, no puedo quedarme ajeno a la solución de un problema que nos aqueja a todos. Me compete coadyuvar de la manera más humilde, pero frontal a buscar alternativas que devengan en el bienestar del pueblo dominicano.
Hacernos indiferentes sería la más fácil de las opciones, pero nos atañe el sacro compromiso de no dejar que nuestro país sucumba en manos del Presidente Fernández y el PLD de Danilo Medina. Consecuentemente, hemos querido presentar nuestra propuesta ante una reforma fiscal que nos quieren imponer, para que la población sepa quienes son sus verdaderos defensores y quienes son sus verdugos de espada de acero.
Soy, he sido y seré un avezado consuetudinario en contra de las cargas impositivas, por eso, adverso de manera radical la política fiscalísta que ha llevado a cabo el presidente Leonel Fernández y el PLD de Danilo Medina, en contra de la población dominicana. Pero no debemos obviar aquella vieja frase acuñada por los antiguos egipcios que establece que: ”la razón se antepone a la fe”.
Digo esto, porque en la reforma fiscal sometida al congreso por el presidente Fernández y el PLD de Danilo Medina, hay planteamientos insensatos que trascienden los límites de lo razonable y alcanzan un alto grado de lo irracional. Ahora bien, ante el pertinaz e incisivo acoso del FMI, a fin de que se incrementen las recaudaciones fiscales para honrar los compromisos estatales y alcanzar un nuevo acuerdo con esa institución de trascendencia mundial, hay que buscar alternativas que no lesionen ni a la clase más necesitada ni a los sectores más flexibles del sistema.
Por vía de consecuencia, entendemos que las indolentes autoridades, deben tratar de que esos recursos que sugiere el FMI sean logrados de otras fuentes menos lesivas para la población, en tal sentido y para tratar de contribuir a la solución de la situación, nos permitimos sugerir las siguientes fuentes:
1- Que las viviendas y solares suntuosos que pagan el 1% de IVSS sobre los 5 millones de su costo, paguen el IVSS en la siguiente escala: Un 1% sobre los 5 millones hasta los 10 millones de su costo y a partir de los diez millones paguen el 2% anual de IVSS.
2-Como la Revista de los vehículos se paga una sola vez al año, que se incremente de RD$ 45.00 a RD$ 700.00, y que sea pagado en los tres primeros meses de cada año y quien no la saque en el plazo establecido, deberá pagar recargo e intereses mensuales de la manera siguiente 10% de recargo para el primer mes y en los siguientes meses el 4% y el 1.73 mensual por cada mes dejado de pagar.
3- Que el valor fijo de RD$ 20.00 a las trasferencias de inmuebles sea llevado a 1,000.00 y que ese mismo impuesto se le cargue a las transferencias de vehículos de motor.
Si observamos estas fuentes, podemos ver que no van en detrimento de la clase más desposeída y aunque no son justas, porque ninguna carga impositiva es justa, son las menos lesivas para la población y las que menos tienden a encarecer el costo de la vida. Si cuantificamos la aplicación de estos ajustes fiscales, es posible que surtan el efecto demandado por el FMI, al menos que no se quiera terminar de ahogar a la población en el ancho y ominoso mar impositivo.
Con mis sugerencias le pido mis disculpas a la población dominicana porque se que más bien, lo que se necesita es, un respiro que traiga aliento a la economía doméstica nacional. Pero ante la presión impuesta por el FMI, como buen dominicano, no puedo quedarme ajeno a la solución de un problema que nos aqueja a todos. Me compete coadyuvar de la manera más humilde, pero frontal a buscar alternativas que devengan en el bienestar del pueblo dominicano.
Hacernos indiferentes sería la más fácil de las opciones, pero nos atañe el sacro compromiso de no dejar que nuestro país sucumba en manos del Presidente Fernández y el PLD de Danilo Medina. Consecuentemente, hemos querido presentar nuestra propuesta ante una reforma fiscal que nos quieren imponer, para que la población sepa quienes son sus verdaderos defensores y quienes son sus verdugos de espada de acero.
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