viernes, 15 de julio de 2011

Albizu Campos: Grande es el Hombre



Por: Enrique Cabrera Vásquez. SAN PEDRO DE MACORIS.- Desde lo más casto de nuestra originalidad étnica Latino-Antillana sobresale la conmovedora e histórica figura de Pedro Albizu Campo; paladín sacrosanto de la lucha emancipadora del Puerto Rico subyugado, oprimido y colonizado por las botas yanquis.



Albizu Campos es la impertérrita presencia del deseo perenne de un pueblo que ama la soberanía y la libertad.El es autenticidad patriótica sobre la ignominia, la felonía, el entreguismo, y la bastarda claudicación. Su pensamiento y práctica es decoro y dignidad inclaudicable. Es la bandera de lucha por la independencia de Borinquen.Al observar detenidamente la impresionante y conmovedora biografía de don Pedro Albizu Campos, no podemos evitar caer en una sugestiva y abismal posición, y sin quererlo, la emoción que nos deslumbra nos lleva hacer un ditirambo tal vez contraproducente y un poco dogmático.


Tenemos que sobrecogernos a esta poética reflexión para hacer una sinopsis del inmortal Albizu Campos; y es que la grandeza espiritual como política de su inmaculada personalidad traspasa el rutinario y cumplido laudatorio del formal panegírico, empujándonos hacer una flamante y rigurosa semblanza que sintetice la nítida realidad de su protagonista.El 12 de septiembre de 1891 como resultado de la unión con Alejandro Albizu Romero (vasco), y la mestiza con sangre Española, indígena y africana, Juliana Campos, vino al mundo Pedro Albizu Campos. Precisamente en los tormentosos años en que España perdía a Cuba y los yanquis y españoles firmaban la maldita Enmienda Plat (1895) en la cual Puerto Rico perdía su independencia y soberanía.


Durante la Primera Guerra Mundial, Albizu Campos interrumpe sus estudios que había iniciado en 1913 en la Universidad de Harvar, ingresando como voluntario en el ejército de los Estados Unidos. Graduado en Ciencias Militares en un campo de adiestramiento organizado en la citada Universidad, se le niega el reconocimiento por razones raciales, ya que era de color oscuro (moreno).Firmado el armisticio y siendo uno de los ayudantes del general E. Chresmen, se le notificaba por carta del Presidente de los Estados Unidos, Wadroow Wuillson, que se presentara a Harvard para representar a esa alta casa de estudios en un congreso Europeo que se efectuaría en París, Francia.No pudo llegar a tiempo para salir con los demás integrantes de la delegación y fue transportado en un barco de guerra estadounidense con todos los honores, pero cuando hizo escala en un puerto del sur del país y presenció como el negro era vejado, maltratado y discriminado allí, Albizu Campos inmediatamente renunció a seguir el viaje y no asistió al referido congreso.


Desde ese instante el nombre de Pedro Albizu Campos se proyectaría con fuerza histórica en nuestra geografía como la expresión más conmovedora del camino por la liberación de Puerto Rico.Hoy, a más de 16 años de su muerte, la lucha por la independencia de Puerto Rico toma nuevos bríos y grandes impulsos. La misma está insertada en el contexto geográfico de un mundo en conflictos permanentes, y los desesperados afanes del imperialismo por mantenernos como su retaguardia.Un mundo que saluda con entusiasmo desbordado y júbilo frenético la victoria Sandinista en Nicaragua, el establecimiento de un régimen de justicia y derecho en Granada, en fin la última avanzada de nuestro continente por su liberación.La lucha puertorriqueña presagia el fin de la esclavitud y el inicio de una era de paz y bienestar, siendo el pensamiento y la acción de Pedro Albizu Campo, la guía militante que como el pensamiento de José Martí se hizo presente en Cuba un inolvidable 26 de julio de 1953, dirigiendo desde su sepulcro la batalla final por una patria libre, soberana e independiente, como lo es Cuba actualmente bajo la conducción de su líder Fidel Castro.


Muy pocos patriotas de nuestro continente han pasado por las difíciles pruebas como las que flagelaron a este noble roble. En 1936 luego de ser apresado conjuntamente con otros prominentes dirigentes de su partido (el Partido Nacionalista) un jurado federal los condenó a penas de 10 a 16 años de prisión. Esta afrenta a la dignidad del patriotismo suscitó una inmediata contundente reacción popular que conmovió hondamente los cimientos del orden colonial.Pese a todo un considerable movimiento de opinión pública, Albizu Campos cumplió 10 años presos, siendo excarcelado en 1947.


El pueblo isleño le recibió cual verdadero héroe con una imponente manifestación que ratificó su condición de líder indiscutible de la lucha independentista.Durante sus 10 años de cárcel Pedro padeció innumerables enfermedades entre ellas la de un ataque cardíaco, por lo que las autoridades coloniales los trasladaron a diferentes prisiones y hospitales.Albizu Campos ingresó en el Partido Unión de Puerto Rico, esta fue su primera militancia. Cuando en 1924 se produjo la Alianza entre La Unión y los Republicanos, Albizu disgustado por tal pacto abandonó La Unión e ingresó en el Partido Nacionalista del que años después sería su presidente y líder más sobresaliente.A los 39 años de edad, en mayo de 1930, la asamblea general eligió a Pedro Albizu Campos presidente del Partido Nacionalista.


Los demás integrantes del cuadro directivo eran Juan Antonio Conetjer, Secretario General del Partido; Luís Velásquez, Julio Velásquez, Rafael Ortiz Pacheco, Clemente Soto, Erasmo Velásquez, Juan Gallardo Santiago y Clemente Rosado Ortiz.Los principales dirigentes fueron detenidos por lo que El Partido Nacionalista de Albizu Campos produjo una pacifica marcha-manifestación pública para exigir la inmediata puesta en libertad de sus líderes apresados, la misma fue disuelta cruelmente por los esbirros mercenarios y gorilas del vasallaje bajo las órdenes de los chacales, capitán Guillermo Soldevilla, jefe de policía, quien le marchó por el frente a la manifestación, también el jefe, oficial Antonio Bernardi, Pérez Segarra, sargento Rafael Molina, oficial Estebán Rodríguez, quienes armados de ametralladoras Thompson y bombas lacrimógenas arremetieron contra los manifestantes, como resultado de ésta cobarde acción fueron muertas 21 personas, más de 150 heridos herido y más de 200 presos.


Este hecho sangriento se conoce en los anales de Puerto Rico como La Masacre de Ponce del Domingo de Ramos del 21 de marzo de 1937, más de 60 mil personas participaron en las manifestaciones-entierros en las ciudades de Mayagüez y Ponce.El 30 de octubre de 1950, se produjo un brote de violencia revolucionaria en varios lugares de Puerto Rico. Este histórico episodio se conoce con el nombre de La Rebelión Nacionalista del 50. Describir ordenadamente las jornadas libertarias de ese día nos llevaría a un largo tramo narrativo.Solo podemos decir que ese memorable día, en Arecibo, Jayuya, y en la capital, San Juan, y otros sitios, fueron escenarios de cruentos combates propios de una gran insurrección popular en la que el arrojó, la valentía, y la decisión de ser "Libre o Morir", perfiló con estruendosa emoción la ofensiva de los Nacionalistas.


Las fuerzas represivas y reaccionarias tuvieron que emplearse a fondo, utilizando todos sus equipos de guerra, desde tanques hasta aviones de combate.Durante estos acontecimientos Pedro Albizu Campos fue cercado y agredido en su residencia (cuartel general del Partido Nacionalista) por parte de la fantochería, quienes les cortaron la energía eléctrica y el agua para obligarlo a capitular, más , el acerado e indoblegable temple guerrero del abogado de la libertad y la independencia borinqueña enfrentó con sobrado valor el sitió y la agresión, adjunto a sus camaradas señoritas Doris Terresola y Carmen María Pérez, y el estudiante José Muñoz Matos. Durante un alto en el tiroteo, la señorita Torrosola, quien había sido herida en el combate, fue sacada de la casa sitiada por Muñoz y la señora Pérez.Albizu Campos se quedó sólo, con gran sorpresa de su parte llegó poco después el viejo militante Álvaro Ribera Walter, a quien no se sabes por qué habían dejado pasar.Desde el histórico día 30 de octubre en que fue sitiada la casa de Pedro Albizu Campos, hasta el 1ro de noviembre, en que hubo un prolongado intercambio de fuego, hasta la madrugada del día siguiente, se emplearon bombas lacrimógenas y se pidió por altoparlante la rendición del líder Nacionalista puertorriqueño.Rivera Walter medio afiliado por los gases y temiendo sus efectos sobre don Pedro Albizu Campos, un enfermo del corazón, conminó al bravo e intransigente soldado de la libertad a que capitularan, éste reaccionó colérico e indignado negándose a aceptar las exigencias de los sitiadores. Antes las reiteradas peticiones de Walter, quien argumentaba la falta de apoyo popular hacia el movimiento insurreccional, el líder manifestó, " Es verdad.Ha faltado el empuje colectivo, nos faltó la nación. Pero un pueblo que pierde la fuerza necesaria para sacudirse de su yugo, acaba por venerarlo". Albizu Campos fue finalmente arrestado y pasó a purgar una larga pena de cárcel, fue sentenciado a 53 años de prisión.La sentencia fue en parte incumplida, pues, el líder nacionalista fue puesto en libertad en el año de 1953 ante el empuje de un gran movimiento de opinión el cual se robusteció por el deteriorado estado físico del líder independentista.


Sin embargo, seis meses después fue nuevamente arrestado en forma semejante a la última vez: su casa fue sitiada y asaltada a tiros limpio por las fuerzas del coloniaje, Pedro Albizu Campos resistió con valor y estoicismo la agresión portándose como todo un hombre; al agotársele las municiones la policía irrumpió en su casa y encontró a don Pedro tendido en el suelo inconciente y herido. Junto al señero luchador Nacionalista cayeron en manos de los esbirros los Nacionalistas José Sotomayor, Isabel Rosado y Doris Torresola.Este hecho fue una verdadera acción de vandalismo sin precedente que se caracterizó por la fiera resistencia de los revolucionarios.Fue una gran batalla. De la misma el ilustre escritor mexicano don José Vasconcelo hizo una reseña impresionante bajo el título sugestivo de "Grande es el Hombre", que entre otras cosas decía lo siguiente: "Grande es el Hombre cuando se decide a enfrentarse sin reservas a todo lo que estorba su convicción.No hay nada más conmovedor que el espectáculo de aquel que renunciando a su comodidad y en anticipada inmolación de su vida, obra según las exigencias de su conciencia libre; procede con absoluto desdén de los timoratos e hipócritas. La soberanía de una conciencia responsable, es la más alta, la más noble de todas las potencias del espíritu...,"El gobernador Luís Muñoz Marín revocó el indulto que había concedido al líder Nacionalista el 28 de septiembre de 1933,regresando este a la prisión de donde saldría gravemente enfermo ya casi agonizante por lo avanzado de su edad, así como por su alarmante mal estado de salud, el gobernador colonial Luís Muñoz Marín presionado por la militante postura de la opinión pública internacional, así como por los pedidos que en el año de 1964 hicieron los gobiernos de Argentina, Chile, Brasil, y España para que el titán de la independencia no falleciera en la cárcel, disponiendo su trasladó a un hospital presbiteriano, con la muerte ya muy cerca, fue llevado a su casa, donde el 21 de abril de 1965,habiendo vivido "libre" cuatro meses, las 8:40 de la noche falleció en Hato Rey, Puerto Rico, el Dr. Pedro Albizu campos.Su cadáver estuvo expuesto en la funeraria Jansen y en el ateneo de Puerto Rico en San Juan.Miles de personas desfilaron en homenaje póstumo ante el féretro del incorruptible patriota "para quién el sacrificio, la cárcel o la muerte son la virtud de los hombres que aman la libertad".Albizu Campos está muerto, pero no ha muerto el ideal que él simbolizaba. "Su personalidad se impone y ejerce sobre muchos puertorriqueños una influencia mayor que la ejercía en vida".El 21 de abril de 1965, América perdió a unos de sus grandes hijos, a un hombre que en la medida que se extiende el tiempo en que se produjo su muerte, su vida se hace más larga y presente.Hoy Pedro Albizu campos, desde la distancia y sobre la incógnita tiniebla que catapulta su recia personalidad de tintan, recibe nuestro más cálido gesto de solidaridad, para con su noble causa redentora, la causa de la libertad, la justicia, y la independencia de Puerto Rico.Apunte: (“Además de su variado trasfondo académico, Albizu conocía el griego y el latín y hablaba con fluidez francés, italiano, portugués, alemán, inglés y, por supuesto, su vernáculo, el español. Por consiguiente, se relacionó con intelectuales, líderes sindicales, oficiales de gobierno y estadistas en Estados Unidos, América Latina y Europa”).Nota: esta reseña periodística, reportaje sobre la vida de Pedro Albizu Campos, escrita por el periodista Enrique A. Cabrera Vásquez ( Mellizo), fue publicado en la páginas 8, 9, 10, 11 y 12, de la Revista Cauce Libre que editaba el periodista Raschid Zaites, (epd), Santo Domingo, edición Marzo-Abril 1981 No. 19, año 2. Más adelante ha sido reproducido en varias páginas web de la internet

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