NUEVA YORK.- Dulce Garcia, una joven periodista nativa de San Pedro de Macoris, procedente de una familia humilde, honesta, laboriosa. De trato afable; dulce, como su nombre.
Identificada con su gente, con su pueblo, con su sector, con su familia.
Una muchacha, que aunque casada, y con un hijo, es todavía inocente; una persona de corta edad, no obstante su gran tamaño, cuyo corazón es proporcional a su estatura y su porte físico.
Ella es grande en todo. Un derroche de cariño y de ternura. Quien la conoce tiene que ser capaz del sacrificio por su preservación.
Un fuerte abrazo a este ser maravilloso que Dios regala a cambio de nada.
Con Dulce Garcia tuve la oportunidad de un reencuentro, después de unos años de distancia física al ubicarse en Nueva York en procura de un mejor porvenir para ella, sus padres, que dependen de ella, y su prole.
La versión 26 del Congreso Hispanoamericano de Prensa y la presentación de mi libro "Organizaciones Periodísticas y Relaciones Internacionales", fue la ocasión para este encuentro.
Un abrazo a mi querido Dulce Garcia.
Dios te bendiga, manita.
No hay comentarios:
Publicar un comentario