jueves, 1 de abril de 2021

El Presidente Abinader debe Saber

El presidente Abinader debe saber… Por BENJAMÍN SILVA MERCEDES La provincia San Pedro de Macorís merece y exige mayor inversión Yo supongo que el presidente Luis Abinader tiene conocimiento del rol fundamental que ha tenido San Pedro de Macorís en cuanto al desarrollo integral de la República Dominicana. Pero por si acaso no lo tiene o se le ha olvidado, le recuerdo que durante el largo período en el que la industria azucarera constituía la mayor fuente de divisas del país, Macorís era responsable de aportar la mayor cantidad de estas y que en más de una ocasión un Presidente en ejercicio se vio en la necesidad de pedirle dinero prestado a su ayuntamiento para ser usado “en diligencias del Gobierno para fines altamente patrióticos” o “para atender al sostenimiento de la Guardia”. Lo mismo hicieron ayuntamientos como los de Santo Domingo, Santiago y otros alrededor del país, que en algún momento acudieron a la mano amiga del ayuntamiento petromacorisano. Yo no quiero llover sobre mojado mencionando aquí los indiscutibles aportes que ha hecho esta provincia al desarrollo material y espiritual del país porque creo que son asaz conocidos por su clase pensante y en menor grado por una buena parte del resto de su población. Sin embargo, quiero resaltar que todavía hoy, nunca en la proporción de ayer, San Pedro de Macorís sigue jugando un importante rol en el ámbito del desarrollo integral de nuestra nación. Y como muestra, esto: cuando en marzo del año pasado sonaron las campanas anunciando la presencia del temible covid 19 en un turista italiano que vino a través de la provincia La Altagracia, fuimos testigos, días después, de que en esa provincia no aparecía un turista “ni en los centros espiritistas”. Los resultados no se hicieron esperar; miles de empleos directos e indirectos se perdieron no solamente en esa provincia sino en otras dependientes casi exclusivamente del turismo. ¿Y qué pasó con San Pedro de Macorís? Simplemente esto: que a pesar de la pandemia, sus dos fábricas de cemento (Cemex y Panam) siguieron produciendo más de la mitad del cemento que produce el país; siguió produciendo una gran parte del alcohol utilizado en la industria del ron, una buena parte del azúcar a través de los ingenios Porvenir y Cristóbal Colón y alrededor de un 35 a 40 % de la energía eléctrica que se consume en el país. La mayor importadora y comercializadora de gas propano del país (la Coastal Petroleum Dominicana) siguió con su ritmo de trabajo; Fertilizantes Químicos Dominicanos, también. A todo esto hay añadir el parque industrial de César Iglesias, C. por A, que produce artículos alimenticios, detergentes, etc.; a Alcoholes Finos, cuya producción va dirigida especialmente a la exportación y, finalmente, a empresas de las dos zonas francas de la ciudad. Como puede verse, San Pedro de Macorís ha seguido siendo, con todo y pandemia, un verdadero soporte de la economía dominicana. Todo lo dicho es por lo siguiente: últimamente he visto y oído anuncios de inversiones multimillonarias que el Gobierno hará en los Santo Domingo Este y Oeste (casi 10 mil millones de pesos); de 95 millones de dólares en la Ciudad Colonial y de 1.600 millones de pesos para el “Nuevo Domingo Savio”. A principios de febrero el ministro José Ignacio Paliza fue a San Pedro de Macorís y anunció una inversión para esa provincia de (no se rían, por favor) 125 millones de pesos. Con todo el respeto que merece el presidente Luis Abinader, quiero expresarle que se está siendo muy injusto con la provincia del Poeta Nacional don Pedro Mir. Esta provincia merece un trato de acuerdo a lo que ha representado y aún representa para el país. Es la provincia de los Guloyas, declarados por la Unesco Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad; la provincia por donde entró el béisbol el 25 de septiembre de 1886, el pentecostalismo el 13 de enero de 1918 y en cuyo puerto enfrentó a tropas norteamericanas el patriota Gregorio Urbano Gilbert el 10 de enero de 1917. Al día de hoy San Pedro de Macorís es proporcionalmente la mayor productora de peloteros profesionales del mundo. Una de sus últimas cosechas es el carismático Fernando Tatis Jr., la nueva cara de las Grandes Ligas para este 2021. Todo eso es promoción para la República Dominicana. ¡Anímese, Presidente! San pedro de Macorís merece y exige mayor inversión.

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